Referencias


DiarioInca (2019) Biografía de Mario Vargas Llosa (resumen) Recuperado de:      https://diarioinca.com/biografia-de-mario-vargas-llosa  (17 de Junio)







Gustavo Fingier Recuperado de: https://www.gustavofingier.com/sobre-gustavo

Gabriela Mistral recuperado de: https://www.cervantes.es

Poema Gabriela Mistral recuperado de: https://www.poemas-del-alma.com/gabriela-mistral.htm


Octavio paz poema recuperado de: https://poemas.yavendras.com/octavio-paz/



Carlos Fuentes Biografía recuperado de: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/fuentes.htm

José Saramago Biografía recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/saramago.htm

Elena Poniatowska Biografía recuperado de:  https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/poniatowska_elena.htm


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ENSAYOS

La polémica de la ortografía  - Gabriel García Marquez 




A mis doce años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: ¡Cuidado! El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: ¿Ya vio lo que es el poder de la palabra? Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor, que tenían un dios especial para las palabras. Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. 

No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. 

No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global. 

La lengua española tiene que prepararse para un ciclo grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de diecinueve millones de kilómetros cuadrados y cuatrocientos millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en los Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países.

Llama la atención que el verbo pasar tenga cincuenta y cuatro significados, mientras en la república del Ecuador tienen ciento cinco nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aun no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero, dijo: "Parece un faro''. Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que Don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es el color de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cereza que sabe a beso?

Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempos no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo veintiuno como Pedro por su casa.  

En ese sentido, me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los ques endémicos, el dequeísmo parasitario, y devolvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una? 

Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que les lleguen al dios de las palabras. A no ser que, por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis doce años.

ANÁLISIS 

Título: La polémica de la ortografía
Autor: Gabriel García Marquez
Año: 1997
Tema Principal: La importancia de la ortografía y del uso de las palabras
Dirigido a: Academicos del idioma español e interesados en la literatura
Objetivo Principal: Dar la importancia que merece el idioma español, explicar cómo ha evolucionado en el tiempo y darle el uso correcto a las palabras. 

Estructura

Introducción: 
Gabriel García Marquez incia con este ensayo contando una anécdota que le sucedió de niño y a partir de ella comienza a desarrollar el tema de la palabra y la ortografía, menciona distintos elementos mediante metáforas (algo característico del autor) como “nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual” 

Desarrollo:  
Después de los primeros tres párrafos, el autor empieza a describir la importancia de las palabras y del idioma español y como a lo largo de la historia ha evolucionado mediante las imágenes y de la tecnología, también menciona algunos datos curiosos de varias palabras de nuestro idioma y como es que son utilizadas por los latinoamericanos. 

Conclusiones:  
Empieza a cerrar su ensayo con esta frase “simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros” menciona la importancia que tiene los idiomas indígenas para todos los pueblos latinoamericanos y también, con un modo de discurso inspiratorio el uso correcto que hay que darle al idioma español. 

El Ensayo Corto - Julio Torri


El ensayo corto ahuyenta de nosotros la tentación de agotar el tema, de decirlo desatentamente todo de una vez. Nada más lejos de las formas puras de arte que el anhelo inmoderado de perfección lógica. El afán sistematizador ha perdido todo crédito en nuestros días, y fuera tan ocioso embestirle aquí ahora, como decir mal de la hoguera en una asamblea de brujas.

No es el ensayo corto, sin duda alguna, la más adecuada expresión literaria ni aun para los pensamientos sin importancia y las ideas de más poca monta. Su leve contenido de apreciaciones fugaces —en que no debemos detener largo tiempo la atención su pena de dañar su delicada fragancia— tiene más apropiada cabida en el cuerpo de una novela o tratado; de la misma manera que un rico sillón español del siglo XVI estaría mejor, sin disputa, en una sala amueblada al desolado gusto de la época que el saloncito bric-à-brac hace vacilar aun a las cabezas más firmes.

Es el ensayo corto la expresión cabal, aunque ligera, de una idea. Su carácter propio procede del don de evocación que comparte con las cosas esbozadas y sin desarrollo. Mientras menos acentuada sea la pauta que se impone a la corriente loca de nuestros pensamientos, más rica y de más vivos colores será la visión que urdan nuestras facultades imaginativas.

El horror por las explicaciones y amplificaciones me parece la más preciosa de las virtudes literarias. Prefiero el enfatismo de las quintas esencias al aserrín insustancial con que se empaquetan usualmente los delicados vasos y las ánforas.

El desarrollo supone la intención de llegar a las multitudes. Es como un puente entre las imprecisas meditaciones de un solitario y la torpeza intelectiva de un filisteo. Abomino de los puentes y me parece, con Kenneth Grahame, que “fueron hechos para gentes apocadas, con propósitos y vocaciones que imponen el renunciamiento a muchos de los mayores placeres de la vida”. Prefiero los saltos audaces y las cabriolas que enloquecen de contento, en los circos, al ingenuo público del domingo. Os confieso que el circo es mi diversión favorita. 

ANÁLISIS 

Título: El Ensayo Corto
Autor: Julio Torri
Año: 1917
Tema Principal: Critica sobre los ensayos cortos.
Dirigido a: Publico general
Objetivo Principal: Criticar por qué en los ensayos cortos no se pueden desarrollar bien las ideas que se plantean. 

Estructura

Introducción: 
Inicia el ensayo ya con la crítica de que los ensayos cortos agotan las ideas para desarrollarlos, usan en todo el texto metáforas que ilustran las ideas que el autor quiere relatar. Menciona también que, a su parecer que el ensayo corto no es la forma más adecuada expresión literaria ya que no se pueden dar ideas detalladas. 

Desarrollo:  
En el desarrollo del ensayo, sigue con el argumento que los ensayos cortos tienen pocos argumentos y desarrollo de ideas y con la frase “Mientras menos acentuada sea la pauta que se impone a la corriente loca de nuestros pensamientos, más rica y de más vivos colores será la visión que urdan nuestras facultades imaginativas” explica que mientras más detalle exista sobre el tema, evocará más a la imaginación del lector. 

Conclusiones:  
Concluye en que los ensayos cortos “fueron hechos para gentes apocadas, con propósitos y vocaciones que imponen el renunciamiento a muchos de los mayores placeres de la vida”  con esto cierra todas las ideas planteadas en este texto.

El arte del ensayo - hugo hiriart


El ensayo limita al sur con el aforismo y la máxima, que son destilados de ensayo, y al norte o septentrión con el tratado que es examen exhaustivo de algo. De un lado Nietzsche vanagloriándose: “digo más en un aforismo que otros en libros enteros”, del otro, por ejemplo, el enorme Ensayo sobre el entendimiento humano de John Locke (traducido entre nosotros por O’Gorman). Entre estos dos extremos heroicos se sitúa el ameno, libre y proteico campo del ensayo.

Pero el ensayo se distingue del tratado por su irresponsabilidad gozosa. El único compromiso del ensayo es no aburrir; quitando eso tiene hospitalidad de tribu del desierto y lo admite todo: el chisme, la tentativa, la extravagancia, el juego, el dicterio, la cita de memoria, el coqueteo, la arbitrariedad. Y es ilimitado: cualquier tema es bueno para un ensayo, desde la sesuda disquisición sobre la realidad política hasta la receta de cocina y la mosca de Proust que Alfonso Reyes oyó zumbar. Todo se vale.

¿Todo? ¿Puede un ensayo tener, por ejemplo, personajes? Desde luego, ahí están los diálogos de Platón, Plutarco o Cicerón, y uno de los mejores ensayos jamás escritos, El sobrino de Rameau, de Diderot (traducido por Goethe al alemán), tiene personajes.

¿Cuál es entonces la diferencia entre cuento y ensayo? El camino más corto es decir que el cuento tiene que ser verosímil, creíble; el ensayo, en cambio, no. “Verosímil” aquí no quiere decir real, sino coherente, creíble. Volar en caballo alado en un cuento fantástico es perfectamente verosímil. Es decir, no contradice las premisas de la situación o del personaje. En el ensayo no se narran acciones humanas, por tanto, no hay nada en que creer y no tiene sentido pedirle ninguna verosimilitud. Al ensayo puede pedírsele perspicacia, lógica, ingenio, información, pero no hay espacio en él para la delicada coherencia de lo creíble.

Con la novela la relación es diferente. La novela es monstruo donde todo cabe, barril sin fondo. Es frecuente que las novelas contengan ensayos disfrazados o patentes. Por ejemplo, los famosos, y pesadísimos, “De los monasterios en general” y, como si no bastara con un plomo, “De los monasterios en Francia” que figuran en Los miserables, o el admirable elogio del agua del Ulises de Joyce. Pero, como es obvio, pueden distinguirse estas digresiones no narrativas del cuerpo de peripecias narrativas sin ninguna dificultad con el criterio, ya enunciado, de la verosimilitud.

Otra cosa es cuando la novela se presenta ella misma como ensayo: por ejemplo, Thomas Mann describía La montaña mágica como “un largo ensayo sobre la situación cultural de Europa”. Sí, pero esa es sólo una de las muchas lecturas posibles de la novela. Es posible leerla de otras maneras. La novela, frente al ensayo, se caracteriza por su pluralidad de interpretaciones legítimas, mientras que el ensayo no tiene casi nunca esa ambigüedad: está escrito para ser comprendido sin necesidad de interpretación. Nos llevaría muy lejos juntar los dos criterios y explicar por qué lo verosímil puede siempre interpretarse de diferentes modos. (La respuesta es, quizá, que cualquier acción humana puede describirse de diferentes modos, y a cada descripción diferente correspondería, grosso modo, una interpretación también diferente.)

El ensayo puede estar escrito en prosa o en verso. Sobre la naturaleza de las cosas, largo ensayo donde Lucrecio expone su filosofía materialista, está en verso. Partes del Libro de Job, brillantísimo ensayo sobre el mal, está también en verso. Pero es cierto que el verso se ha venido, por desgracia, reservando sólo a las expansiones y desahogos líricos de los poetas y sus otros usos han sido olvidados.

Crónica es narración de un suceso real, ensayo es discurrir racional sobre un tema dado. La crónica es falsa o verdadera, puntual o no. El ensayo es interesante o aburrido, pero no fiel o infiel, porque no puede tener ningún compromiso de fidelidad con nada.

No hay ninguna razón para no llevar ensayos al teatro o al cine. Que el ensayo es tan representable en teatro como las ficciones habituales lo prueban, por ejemplo, el teatro de Cantor en conjunto o la adaptación de Peter Brook de El hombre que confundió a su mujer con un sombrero del médico y escritor Oliver Sacks. Es deseable, claro, que no sea un ensayo ilustrado más o menos gratuitamente en escena, sino una auténtica obra de teatro con contenido ensayístico. Bernard Shaw, que en sus obras se acerca a ese teatro ensayístico, solía decir: “la inteligencia tiene sus pasiones y son tan fuertes como las que brotan del sentimiento”.

Los ensayos en cine son frecuentes, se llaman “documentales”.

Al marcar los límites de la cosa, la identificamos. Así que no diré más acerca de la naturaleza del artefacto literario. Paso ahora a cómo debe fabricarse el ensayo, tema escabroso donde no habrá nunca acuerdo ni paz perpetua. La práctica me ha enseñado que el arte del ensayo debe cumplir algunas condiciones, todas socráticas:

1. Ha de ser conversación con el lector. No estás hablando solo. Por tanto, el ensayo ha de cumplir las reglas de urbanidad y cortesía de la conversación hablada. Por ejemplo, no pláticas para lucirte, sino para comunicarte con otro. 

2. Por tanto, busca por encima de toda la claridad. Ése ha de ser tu único criterio estético: si está claro, está bien escrito. Y sitúa lo que vas diciendo al alcance de la crítica y la discrepancia del lector. En no esconder nada está tu honestidad de escritor. 

3. Escribe para resolver problemas que tú mismo formules, no hables por hablar, habla para entender, para responder preguntas claras. Huye, entonces, de lo vago y general, aférrate a tus preguntas particulares, concretas y bien delimitadas. Cuando la prosa discurre alejada de la respuesta a alguna pregunta implícita, o mejor, explícita, tórnase arbitraria, sin pertinencia, gratuita. Sólo cuando argumentas, tu escrito se llena de puntería y precisión. 

4. Por último, escribes ensayos porque, según decía Sócrates, “una vida sin interrogatorios lanzados en todas direcciones no es digna de ser vivida”.  

Ésta es mi manera de matar pulgas, ¿cuál es la tuya? 

ANÁLISIS 

Título: El Arte del Ensayo
Autor: Hugo Iriart
Año: 2001 
Tema Principal: Que es un ensayo, su descripción y comparaciones. 
Dirigido a: Publico general 
Objetivo Principal: Describir que es un ensayo y compararlo con distintas elementos literarios y obras.


Estructura

Introducción:
El autor inicia contando que es un ensayo y mencionando su características, “El único compromiso del ensayo es no aburrir; quitando eso tiene hospitalidad de tribu del desierto y lo admite todo: el chisme, la tentativa, la extravagancia, el juego, el dicterio, la cita de memoria, el coqueteo, la arbitrariedad.” Menciona también que cualquier tema es bueno para hacer un ensayo, siempre y cuando cumpla con la característica principal, no aburrir.  Usa metáforas para comparar distintos elementos de la novela, cuento y poesía con los ensayos y poder distinguirlos unos de los otros. 

Desarrollo:  
Empieza a desarrollar el tema haciendo comparaciones literarias entre el cuento y los ensayos y como estos relatan historias reales en comparación con los cuentos. 

También menciona la diferencia en cuanto a escritura de la novela con los ensayos, donde las novelas son libros extensos donde se cuentan historias ficticias o reales y en los ensayos se tratan temas reales en pocas páginas.  

El autor hace referencia a que los ensayos también se escriben en prosa o verso, como lo poemas y todos estos temas terminan con la idea de que los ensayos son muy completos a comparación de los otros géneros literarios. 

Conclusiones:  
Concluye con distintas características con las que se pueden distinguir los ensayos, por ejemplo, la claridad de la escritura, no tiene palabras rebuscadas y ya que trata temas reales el autor tiene más facilidad de imaginación, se escriben para resolver también las hipótesis que se plantean. Al final cierra con la frase “Ésta es mi manera de matar pulgas, ¿cuál es la tuya?” con la que se entiende que con los elementos mencionados puede resolver sus dudas y que esa es su visión de los ensayos.






José René Gonzáles Pineda - 201800554

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Hugo HIriart




Hugo Hiriart, nació en México en 1942, estudió Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Su hermana Bertha fue parte importante dentro su desarrollo creativo, ya que fue la primera persona que escuchó sus cuentos y fábulas, los cuales con el paso del tiempo se vieron plasmados en su primera novela, titulada "Galaor", con la que se hizo acreedor al Premio Xavier Villaurrutia en 1972, siendo uno de los escritores más jóvenes en recibir esa distinción.

En su faceta como periodista, Hiriart se ha desempeñado como colaborador en diferentes publicaciones, tales como: “Letras libres”, “Excélsior”, “La Jornada”, “Nexos”, “Unomásuno” y “Vuelta”.

Ha sabido combinar su labor de guionista con la de director, productor de cine y televisión, así como con las artes plásticas y el periodismo, convirtiéndose en un hombre de gran quehacer cultural y que se niega a abandonar por completo alguna de estas actividades.

En la actualidad Hugo Hiriart es miembro del Sistema Nacional de Creadores y se desempeña como docente en el área de literatura dramática de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.


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Julio Torri



Julio Torri nació en México en 1889. Está considerado uno de los mejores escritores de prosa en su generación.

Es considerado precursor del microrrelato. Reunió su obra bajo el título Tres libros, que incluye algunos ensayos de crítica. Tradujo del francés, inglés, alemán, portugués e italiano.

Apegó su escritura a unos cuantos principios fundamentales: elección de vocabulario preciso, ritmo acentual lindante con el de la poesía, ironía en la anécdota, cantidad estricta de palabras y el apoyo en algún sesgo de obras canónicas, combinación que invita a que los lectores transiten de la gracia de los textos torrianos al conocimiento de las más altas expresiones literarias.

Aunque su obra es escasa, Julio Torri fue un narrador excepcional; sus relatos muestran el influjo de autores como Charles Lamb y Franz Kafka.

Su primera obra se halla recogida bajo el título Ensayos y poemas (1917); durante la Revolución publicó De fusilamientos, aunque aparentemente el mundo descrito en este libro nada tiene que ver con este período de la historia de México.

Prosas dispersas es una compilación de cartas y textos olvidados. En 1987 se publicaron los textos inéditos de este mexicano en un volumen titulado El ladrón de ataúdes.




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Gabriel García Marquez



Nace en Colombia en 1928. Destacó por ser uno de los más grandes narradores de la literatura en el siglo XX, tuvo distintos trabajamos dentro del realismo mágico, parte del boom latinoamericano.

Comenzó sus estudios de Derecho en Bogotá, donde también inicia su pasión por la literatura, luego se muda a Cartagena y deja sus estudios para trabajar como periodista en medios como El Universal o El Heraldo donde ejercería su pasión, la literatura.

Su trabajo como corresponsal en distintos países de Latinoamérica lo llevan a México, fue amigo de Fidel Castro, motivo que dificultaron su estancia en Estados Unidos, de esta época son sus obras “El coronel no tiene quien le escriba” y “La mala hora”.

En 1967 publica “Cien años de soledad” una de sus novelas más conocidas, en la misma época publica varios ensayos donde se manifestaban sus ideas políticas, con posición izquierdista. En 1981 publicó “Crónica de una muerte anunciada” novela que lo hizo ganar el premio nobel de literatura.

Sus obras han servido de inspiración para llevarlas al cine, sin embargo, ninguna ha tenido un éxito destacado como sus libros. García Márquez es uno de los principales personajes para entender la literatura latinoamericana del siglo XX y su influencia se ha extendido a varias generaciones de escritores rompiendo barreras del idioma teniendo éxito con sus obras traducidas al inglés, francés y alemán.


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POESÍA



Gabriela Mistral -  Ausencia






Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
Se van mis manos en azogue suelto;
Se van mis pies en dos tiempos de polvo.

¡Se te va todo, se nos va todo!

Se va mi voz, que te hacia campana
Cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos que se devanaban,
En lanzaderas, debajo tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
Cuando te mira, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos:
Como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
Y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo como esos
Que no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmas
De tu labor, y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuese, y seria quemada
En marchas tuyas que nunca más oigo,
¡Y en tu pasión que retumba en la noche
Como demencia de mares solos!

¡Se nos va todo, se nos va todo!




Análisis:


Poema: Ausencia

Autor: Gabriela Mistral

El Poema de Gabriela Mistral es un poema de arte mayor y está escrito en verso ya que utiliza líneas cortas.

La Métrica de este poema esta entre 10 y 12 silabas por lo que es un poema asimétrico ya que los versos no contienen el mismo número de silabas, dodecasílabo.  

La Rima de este poema es asonante ya que las últimas vocales de los versos no son idénticos pero sus vocales coinciden tal es el caso de la siguiente estrofa:

“Cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos que se devanaban,
En lanzaderas, debajo tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
Cuando te mira, el enebro y el olmo.”

En las últimas palabras de cada verso las vocales “a y o” son las que coinciden de manera asonante.

Las Figuras literarias que contiene este poema son el símil o comparación, ya que utiliza mucho la palabra “como” para referirse o hacer comparación de alguna palabra.
También posee sinestesia porque utiliza palabras para crear sensaciones como el verso: “Como humedad de tu cuerpo evaporo “creando ese efecto visual o sensitivo.
Aliteración porque en la primer estrofa existe la repetición notoria y significativa de sonidos, “se va de ti, se va mí, se van mis”.

Interpretación:

Con forme avanzan los versos de este poema, podemos deducir que el protagonista es quien cuenta como está perdiendo a alguien o se está separando de alguien, quizá su amada, por el contexto y las palabras que utiliza puede que esta persona que está perdiendo se esté muriendo/suicidando ya que dice que lo pierde todo, refiriéndose a las partes de su cuerpo y la sangre le corre por las palmas, al mismo tiempo está sufriendo y cansándose ya que esa evaporación de “gota a gota” es el sudor que esa persona está produciendo, hasta el punto donde finalmente pierde la vida “se nos va todo”.

Octavio Paz -   Dos Cuerpos

Dos cuerpos frente a frente
Son a veces dos olas
Y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
Son a veces dos piedras
Y la noche es desierto.

Dos cuerpos frente a frente
Son a veces navajas
Y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
Son dos astros que caen
En un cielo vacío.

Análisis:


Poema: Dos cuerpos

Autor  – Octavio Paz 

El poema de Octavio Paz está escrito en verso ya que está escrito en palabras cortas y es un poema de arte menor ya que sus silabas son menores a 8 heptasilábico.

La métrica de este poema consta de 7 silabas por lo cual convierte al poema en uno simétrico ya que todos sus versos contienen la misma cantidad de sílabas.

La rima de este poema es asonante ya que los versos no son iguales, sin embargo las vocales tienen cierta coincidencia, las vocales “i y o” predominan al final de los versos, por ejemplo:

Son a veces dos piedras
Y la noche es desierto.

Las figuras literarias que contiene son metáfora, porque hace alusión a los cuerpos humanos como cosas del mundo, “océanos, piedras, navajas,” etc.

Imagen, porque en cada una de las estrofas hace referencia a los cuerpos como objetos vivos, por ejemplo las piedras, al leerlo crea el efecto de imaginar esa escena, dos cuerpos como piedras.

Epíteto, porque emplea adjetivos que son obvios, que tienen relación uno con el otro por ejemplo.
“En un cielo vacío”. Menciona un cielo vacío siendo que el cielo de por si lo es.   
Anáfora, porque repite más de una vez la misma palabra al principio de cada estrofa como lo es el caso de:

“Dos cuerpos frente a frente”

Interpretación:


Es un poema que desde el principio se sabe que trata de 2 personas que están a punto de introducirse en una pasión, en el que contiene bellas metáforas y que cada una de los versos hace pensar que esos “dos cuerpos” están a punto de tener una aventura amorosa al filo de la oscuridad, al menos eso puede darse a entender con esos versos, esa imaginación que quiere crear con esas frases de forma indirecta.

José Emilio Pacheco - Presencia






¿Qué va a quedar de mí cuando me muera

Sino esta llave ilesa de agonía,

Estas pocas palabras con que el día,
Dejó cenizas de su sombra fiera?

¿Qué va a quedar de mí cuando me hiera
Esa daga final? Acaso mía
Será la noche fúnebre y vacía
Que vuelva a ser de pronto primavera.

No quedará el trabajo, ni la pena
De creer y de amar. El tiempo abierto,
Semejante a los mares y al desierto,

Ha de borrar de la confusa arena
Todo lo que me salva o encadena.
Más si alguien vive yo estaré despierto.


Análisis:


Poema – Presencia

Autor: José Pacheco

El poema de José Pacheco está escrito en verso por que consta de palabras cortas, y es un poema de arte mayor porque los versos tienen más de 11 sílabas por lo cual es dodecasílabo porque su máximo es de 12 silabas.

El poema tiene entre 8 y 12 silabas por lo cual es un poema asimétrico por que la no se repite el número de silabas.

Este poema tiene rimas consonantes porque las terminaciones de los versos son exactamente iguales por ejemplo:

¿Qué va a quedar de mí cuando me hiera
Esa daga final? Acaso mía
Será la noche fúnebre y vacía
Que vuelva a ser de pronto primavera.

En cuanto a las figuras literarias que tiene este poema se encuentra la antítesis, porque hace ese juego con las palabras de oponer juicios por ejemplo el verso que dice:
Todo lo que me salva o encadena.

Hipérbole porque en ciertos versos del poema hace exageraciones en las frases al referirse a su “muerte” como en el caso de este verso:
Estas pocas palabras con que el día,
Dejó cenizas de su sombra fiera?

Aliteración, porque al principio de las primeras 2 estrofas hace una repetición en el primer y segundo verso:
¿Qué va a quedar de mí cuando me muera?


Interpretación:

La principal característica de este poema es el tema de la vida y la muerte, quizá que lo que más importa después de la muerte es la presencia que seguirá estando allí, con ese verso final “más si alguien vive yo estaré despierto” expresa como lo más importante no es lo que se crea en vida sino lo que viene después, el legado que nosotros como personas debemos dejar, nuestra presencia.    



Allan Xavier Orellana Sequen - 201800676

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